Amados hermanos, agradezco siempre a Dios por vuestra fidelidad en recibir, leer y orar por este siervo vuestro y del Señor Jesucristo.

   Gracias por acordarse de los presos, de aquellos que sirven al Señor en precarias condiciones (materiales, morales, de ánimo y aun espirituales) y de los que en su pobreza tienen que soportar la cruda naturaleza en lugares como el sur de nuestro amado país. Mi corazón llora en silencio e impotencia por no haber puesto más fuerzas en concretar la ayuda para aquellos que nos han estado esperando, abrigando en el alma el recibir ayuda como lo fue el año pasado. Perdónenme -a nombre de ellos- mi poca dedicación a ello.

   Los animo que desde ahora trabajemos juntos, como siempre les pido primero y -casi únicamente- sus oraciones y el resto vendrá según el Señor ponga en vuestros corazones la carga por hacer o dar algo para aquellos que necesitan alguito más que oraciones o abrazos.

   Siempre en deuda con ustedes,
   Vuestro amigo y siervo en Cristo,
   Your friend and servant in Jesus Christ,

   Francisco 'Paco' Laos.

"Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan."     Hch. 17.30

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